La muestra intenta demostrar que un texto con más de 800 años de antigüedad puede impactar y disfrutarse como en los primeros días de su publicación.
Esta iniciativa anima y guía a los lectores a conocer la obra o releerla con nuevos ojos y por otro lado nos muestra un claro ejemplo de que solo un lector apasionado por la riqueza de una obra puede contagiar el impacto de la misma en personas que, tal vez, nunca la leyeron.